El Monstruo de colores, más conocido como Colorín, se ha levantado confuso, revuelto, aturdido..., no sabe muy bien lo que le pasa.
Laura cree que se ha hecho un lío con sus emociones, y así revueltas no funcionan muy bien.
Le propone jugar con ella y otros niños y niñas para
ordenar sus emociones y colocarlas cada una en su lugar.
La calma es verde, fuerte como los árboles y suave como una hoja al viento.
Cuando estás en calma, respiras poco a poco y profundamente, te sientes en paz.
Colorín descubre que las emociones ordenadas funcionan mejor, cada una tiene su lugar y su color.
Sólo hay que parar y dedicarse un ratito a uno mismo.
¿Te animas?
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